Cómo reconocer y tratar la piel grasa

La atención a la apariencia física ya no es solo un interés femenino, sino que también se está volviendo cada vez más importante para quienes buscan lucir una piel saludable y radiante. Durante el verano, la piel del rostro se enfrenta a múltiples factores de estrés que requieren una rutina de cuidado adaptada a la nueva temporada.

Calor, sudor, viento, cambios bruscos de temperatura, manchas... aquí tienes una pequeña lista de a lo que se enfrenta la piel de nuestro rostro en verano. Si en general nuestro cuerpo se ve afectado por todos estos cambios, la piel del rostro, que es más delicada y expuesta, sufre efectos aún mayores. Por eso es importante cambiar tu rutina de belleza, adaptándote al nuevo clima y a la reacción que tiene tu piel. En la mayoría de los casos, será simplemente una cuestión de remodelar el cuidado diario de la piel, eligiendo cremas faciales adecuadas para esta temporada; si, por el contrario, tienes problemas específicos, como una piel grasa o, por el contrario, una piel seca y sensible, es necesario que tomes algunas precauciones específicas.

Qué le pasa a la piel del rostro en verano

El calor es el principal enemigo: la piel suda, pierde líquidos más rápido y esto conduce a la deshidratación
• tiene una apariencia más brillante, lo que para las personas con piel mixta, si no grasa, supone un problema adicional, ya que la aparición de más sebo conduce a la formación de granos y puntos negros
• para aquellos con piel seca existe el riesgo de acentuar la cuperosis
• en general, si pasas mucho tiempo al aire libre, también tendrás que lidiar con los rayos UV, los principales responsables del fotoenvejecimiento (envejecimiento de la piel) y, en consecuencia, de la aceleración de las arrugas.

Limpiar y equilibrar la piel en verano son fundamentales

Independientemente del tipo de piel que tengas, hay dos acciones fundamentales a realizar: limpiar bien y en profundidad, e hidratar la piel. Estas actividades forman parte de toda rutina de belleza correcta, sin importar la temporada, cambiando solo la textura de los productos utilizados y el método de aplicación.

1. Limpia bien y en profundidad: antes de cualquier otra acción, es importante limpiar la piel tanto por la noche (al desmaquillarte) como por la mañana, para eliminar todo el exceso de sebo y preparar la piel para tratamientos posteriores. Puedes usar un limpiador en espuma para pieles mixtas o grasas, como Limpiador facial espumoso, que elimina todas las impurezas sin agredir la piel; para aquellas con piel sensible o seca se requiere especial cuidado: la doble limpieza consiste en combinar un limpiador en espuma con uno cremoso como Maquillaje Limpiador Removedor para limitar la acción desengrasante.

2. Nunca olvides la Loción, ya que es muy útil por su doble acción: afina el proceso de limpieza, eliminando los últimos residuos del producto, y prepara la piel para acoger los principios activos de la crema hidratante que aplicarás a continuación. No olvides este pequeño gesto: basta con pasar unas gotas de producto con un disco, ya que Starlight es un excelente exfoliante para todo tipo de piel.

¿Qué cremas usar para el rostro en verano?

Todo es cuestión de textura: hace calor, por lo que es normal que la piel del rostro no tolere la crema nutritiva que usas en invierno, siendo recomendable usar cremas más ligeras y menos ricas.
• Si tienes piel muy seca, cambia a una crema hidratante menos mantecosa.
• Si, por el contrario, eres propenso a la cuperosis o rojeces y a la aparición de áreas más secas (a menudo por aire acondicionado), entonces necesitas una crema ligera que además sea calmante.
• Si tu piel es normal (mixta), entonces opta por un sérum, más adecuado para climas calurosos por su rápida absorción en comparación con una crema hidratante clásica.
• En cualquier caso, siempre vale la pena considerar una crema de día con factor de protección, al menos SPF30.

Además de aplicar la crema hidratante en el rostro y cuello como de costumbre, es importante que también cuides la zona de los ojos: nunca se debe descuidar, dado que la piel en esta área es delgada. Con el calor, y la consiguiente retención de agua, el contorno de ojos tiende a hincharse y marcarse. Por ello, se debe utilizar un producto específico que ayude a desinflamar y restaurar la hidratación adecuada; una correcta aplicación marca la diferencia: toca una dosis muy pequeña de producto con la yema de los dedos anular o meñique. En este sentido, también puedes utilizar una espátula cosmética para masajear el rostro y el contorno de ojos.

Recuerda, por tanto: en verano la clave para un cuidado perfecto de la piel consiste en elegir una crema con una textura más ligera que la que utilizas habitualmente, al igual que en la limpieza, para lo cual tendrás que usar un limpiador en espuma (o en combinación con una base de crema) para no agredir una piel ya puesta a prueba por el calor.